jueves, 11 de noviembre de 2010

nuestro compromiso con la hermana y madre tierra


ORACIÓN PARA LA REUNIÓN DE PROFESORES





















Motivación:
El respeto a lo que ha sido creado tiene gran importancia, puesto que «la creación es el comienzo y el fundamento de todas las obras de Dios», y su salvaguardia se ha hecho hoy esencial para la convivencia pacífica de la humanidad. En efecto, aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral — Lamentablemente hoy la creación está en peligro  y ¿qué hacemos como colegios católicos de Huancayo por propagar la paz y el cuidado de la creación?

Canto: ALABADO SEAS MI SEÑOR


Alabado seas mi Señor. Alabado seas mi Señor, el sol y las estrellas proclaman tu grandeza.
Las flores y la luna nos cantan tu poder. (Bis)

Alabado seas mi Señor, alabado seas mi Señor, cantando el universo te ofrece su hermosura.
Pues toda criatura es cántico de amor.

Alabado seas mi Señor, alabado seas mi Señor, los pájaros y el bosque los árboles y el viento, los ríos y los mares nos cantan tu poder.

Alabado seas mi Señor, alabado seas mi Señor, por todos los hermanos que acogen y perdonan por todos los que rezan en su tribulación



LECTURA PARA LA CONCIENCIA AMBIENTAL:
 
CUENTO: LA PALOMA MENSAJERA
Un día, una  hermosa paloma mensajera, se encontraba a los pies de una montaña, en las ramas de un frondoso árbol.  De repente comenzó a sentir que alguien lloraba y que de ese llanto le caían gotas  y la mojaban. Angustiada y a la vez curiosa por saber quien lloraba de tal manera, se dio cuenta que era la majestuosa montaña. Y le preguntó: Sra. Montaña, ¿A qué se debe su llanto, lágrimas y quejidos tan profundos?  -La montaña entre sollozos le explicó - Querida palomita, ¿Es este a caso tu lugar? ¿Es  este un lugar normal donde las palomas  como tú vienen a cumplir sus labores diarias? La paloma  sorprendida, le respondió: - No Sra. no, este no es el lugar al que acostumbro ir, pero en vista de que por primera vez lo vi sin nieve a sus pies y que   solo había  algo de esa hermosa capa blanca en la cúspide, me dije: ¡porque no explorar nuevos sitios!, porque no podría tomar un buen descanso en estos árboles tan grandes y frondosos,  para luego entonces, proseguir con mi viaje. ¿Es que a caso le molesta Sra. Montaña?. - No, dijo la montaña, - tú no me molestas, el problema está en eso, que acabas de explicar, en que mi hermosa, blanca y brillante nieve se esta derritiendo cada día más y muy pronto me voy a quedar sin esa capa blanca, brillante y resplandeciente, para verme fea, gris, eso es muy triste para mí, mi naturaleza dejará de ser como tiene que se, los hielos de nuestras montañas, de nuestros glaciares cada día se derriten más y más y no lo podemos controlar. - y ¿qué puedo hacer yo por usted? Sra. Montaña. Preguntó la palomita.- Se dice que el mundo esta cambiando;  que el planeta puede quedar cubierto por agua si siguen derritiéndose nuestros glaciares y la nieve de las grandes montañas.  Escuché  decirle a un grupo de alpinistas, que muy a menudo venían por aquí, que todo es culpa del calentamiento global y de los mismos seres humanos que no saben lo que hacen creando cantidades industriales de basura tóxica y eso hace que nuestra capa de ozono se quiebre y la tierra se caliente cada día más y más. Pero de verdad, nosotros, que solo somos un buen pedazo de tierra firme, no podemos hacer mucho. -Pero entonces que puedo hacer yo?  - ¿De qué manera podré yo ayudarla a usted y ayudar al mismo tiempo a nuestro planeta? Es cuando la Sra. Montaña, le dijo: ya sé. -Tú  puedes volar y como eres una paloma mensajera, podrás ir de árbol en árbol, de nido en nido y comunicarles a tus otras compañeras, lo que esta pasando con este mundo y mandar mensajes de ayuda, de alerta a todos los seres que habitan dentro de la tierra, y al mismo tiempo  con sus picos y sus paticas podrán comenzar a limpiarlo. Y así los millones de seres que aquí viven, se tendrán que dar cuenta de la labor  que ustedes han realizado y quizás sirva de ejemplo para que ellos hagan lo mismo y comiencen a trabajar en favor del lugar donde viven y que les ha brindado tanto sin pedirles nada a cambio. ¿Estarás dispuesta a emprender este difícil trabajo? Le preguntó la Sra. Montaña y la palomita le respondió de manera tajante, positiva y muy  dispuesta: - No solo cumpliré a cabalidad con la misión, si no que lucharé hasta donde mis fuerzas me lo permitan, por detener   ese padecimiento tan horrible que la naturaleza, que es mi casa, esta sufriendo. Yo debo salvar a mi hogar y se que así estaré salvando el hogar de millones de seres y eso me hará muy feliz. Tomaré sus recomendaciones al pie de la letra y saldré ahora mismo a comenzar con esa fantástica labor que hoy me ha encomendado. -Y le diré una cosa más Sra. Montaña, esta será la misión más importante que jamás paloma alguna haya realizado y eso me llena de orgullo. Tenemos que salvar a nuestro planeta tierra, es su casa, es mi casa, es el hogar de todos y nadie quiere que su hogar se destruya. Queremos que sea como siempre ha sido: hermoso, lleno de colores, de sabores y de olores único creado por la mano de Dios. Hecho con amor y debemos preservarlo con amor.  Porque sólo con amor se puede existir, vivir y resistir.  Y la Sra. Montaña muy agradecida le dice a la palomita: - Muchas gracias hermosa paloma, se que ahora podré estar un poco más tranquila, por que existe alguien, que estará donde sea, luchando porque nuestro hogar vuelva  a ser como siempre.  Así la paloma emprendió su vuelo para poder comenzar con la importante misión que le había indicado la Sra. Montaña. Se fue hacia todos los confines de este mundo a lograr “Salvar a nuestro planeta Tierra”.

REFLEXIÓN: San Francisco, amigo de los pobres, amado de las criaturas de Dios, invitó a todos los animales, plantas, fuerzas naturales, incluso al hermano sol y a la hermana luna a honrar y alabar al Señor. El pobre de Asís nos da testimonio de que estando en paz con Dios podemos dedicarnos mejor a construir la paz con toda la creación tal como nos invita el Papa Benedicto XVI en su mensaje por la paz.
Le pedimos al Señor que nos ayude a tener valentía para poder ser mensajeros/as del cuidado de nuestro planeta  con nuestra vida y entre todos podamos construir la fraternidad en la tierra.

PADRE NUESTRO DE LA CREACIÓN



Padre Nuestro que estás en el cielo;  también vives en el aire, en el suelo, en los bosques y océanos.

Santificado sea tu nombre, en el cuidado que hagamos de tu creación.
Venga a nosotros tu Reino, de paz, contigo y todo lo creado.

Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo, tu voluntad de crear y también de preservar.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy¸ para que todos podamos tener suficiente para vivir la vida en plenitud.

Y perdona nuestras ofensas, nuestra ambición, nuestra explotación, nuestra falta de cuidado por otras especies y futuras generaciones.

Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, reconciliándonos con nuestros hermanos y el mundo que nos rodea.

Y nos dejes caer en tentación, la tentación de convertir el dominio en explotación irracional, buscando nuestros propios intereses.
Más líbranos del mal,  de destruir el regalo de tu creación. Amén.




ORACIÓN FINAL:


Padre Bueno, que creaste todas las cosas y nos diste un mundo tan hermoso.
Te pido para que los hombres sepamos cuidar tu creación.
Que respetemos la vida de los animales, de los bosques.
Que no abusemos de la naturaleza ni la ensuciemos con contaminación.
Te pido por quienes defienden las bellezas naturales, las especies en extinción, por quienes trabajan por un mundo más limpio.
Te pido también para que todas las personas puedan gozar de la naturaleza
y los bienes que ella nos provee.
Que no le falte a nadie el alimento que  nos diste con generosidad para todos.
Padre Bueno ayúdanos a conservar el planeta y a repartir las riquezas de la naturaleza para beneficio de todos.
¡Que así sea, Señor!

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Oraciones vocacionales

                             ACOGE A DIOS EN TU VIDA
ORACIÓN POR LAS VOCACIONES II


PRESENTACIÓN

            El Equipo de Pastoral Juvenil Vocacional  hace una recopilación de varias oraciones y reflexiones halladas gracias a diversas fuentes, haciendo algunos parafraseos de las mismas. Este material nos ayudará a todas  para orar  en comunidad por las vocaciones una vez al mes donde todas como  Hermanas Franciscanas de la Inmaculada podamos unirnos y beber del mismo pozo como fuente de agua viva.

            Es un aporte exclusivamente para orar por las vocaciones, cada comunidad también lo puede adaptar para celebraciones que pueda realizarse con las comunidades laicales cristianas que se tiene en cada lugar.




Huancayo, 04 de Abril de 2008













REMAR MAR ADENTRO (ENERO)

Ambientación:
            Si fuera posible, se podría adornar el lugar en que vaya a desarrollarse la celebración con redes u otros motivos marítimos. Si no fuera posible este símbolo, se puede colgar algún póster con algún símbolo de mar. 
Para el tiempo de reflexión sugerimos acompañar la meditación con algún CD de música relajada o algún canto apropiado.

Motivación:  
            En este primer mes del nuevo año, nuestra comunidad celebra el día vocacional mensual. Se reúne para alabar a Dios, para bendecirle y darle gracias  por todos los beneficios que diariamente nos concede.

            La Iglesia y nuestra Orden franciscana necesitan jóvenes dispuestos, que quieran seguir a Cristo más de cerca, que quieran, como dice el lema de esta celebración, introducirse en el mar y remar adentro. Jóvenes valientes que quieran dejarlo todo y responder a la llamada de Jesús.
La vocación es un don de Dios. Nosotras no somos las autoras de las posibles vocaciones. Es Dios quien llama. Nuestra tarea debe ser orar para que haya jóvenes que digan sí.

Canto: Pescador Nº 174  Folleto de la Provincia. 

Lectura evangélica (Lc 5, 1-11)

Reflexión
             Ya desde el comienzo de su ministerio, Jesús echó mano de socios que le ayudaran a extender el Reino de Dios. "Pasando junto al lago de Galilea vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando la red". ¿Pasó casual Jesús por aquel trozo de playa, o elección deliberada? Dios se sirve de causas ordinarias, pero también busca situaciones. Lo importante es que la mirada de Jesús se detuvo en los dos hermanos. Un día también el Señor pasó junto a mí, en medio de mis ocupaciones ordinarias. Y cada día pasa de nuevo a mi lado. ¿Me hallo siempre atenta a su encuentro?

            Jesús dijo a Simón: "Remar mar adentro y echar las redes para pescar?.  Apoyadas en estas experiencias, hemos de seguir fiándonos de Jesús, cuando nos invita a remar mar adentro, y esperar la redada. La primera virtud que revela Simón, el pescador, es la obediencia. Podía haberle dicho a Jesús: "Tú entenderás mucho sobre el Reino de Dios, pero aquí el experto en pesca soy yo". Pero obedece: "Por tu palabra echaré la red". Al comienzo de la nueva etapa de Jesús resucitado, Pedro también obedecerá a la sugerencia: "Echad la red a la derecha y hallaréis".

            Con la obediencia y la humildad, Pedro ya se está preparando para la llamada. Por eso, "Jesús dijo a Simón: - No temas, desde ahora serás pescador de hombres". Marcos añade un "Venid conmigo", que completa el triple elemento de la vocación apostólica: es la iiciativa de Jesús, es para estar con El, es para conquistar hombres. Hoy, hay que quitar hasta la apariencia de coacción en el apostolado. Más bien debe ser una oferta de la opción cristiana, entre otras. Lo del anzuelo y las redes sólo puede significar el atractivo personal de Jesús y su Evangelio. (Folletos con Él. Teología y Biblia, nº 166 - octubre 1997)


Preces
Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.
§      Por la Iglesia de Dios, para que ore siempre como Cristo nos enseñó, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los consagrados(as),  para que encuentren siempre tiempo dedicado a la oración, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los cristianos del mundo, para que la oración sea seguridad en las horas de angustia y duda, roguemos al Señor Te rogamos, óyenos.

§      Por la juventud, para que busque en la oración la fuerza y el camino de la verdad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos

§      Para que sean muchos los que sientan la llamada a la vida religiosa de HFI, y nosotras sepamos ser ejemplo y modelo para ellas, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todas nosotras, para que en la oración busquemos espíritu de servicio a los demás, roguemos al Señor.

Oremos: Oh Jesús, que con tu ejemplo nos enseñaste a unir nuestra vida a la voluntad del Padre, para salvación del mundo: haz que seamos, por nuestra oración, testigos de la fe y salvadores de nuestros hermanos. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro
 Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración Todas juntas)


Padre. me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras;
sea lo que sea, te doy las gracias.

Estoy dispuesta a todo,
lo acepto todo, con tal que tu voluntad
se cumpla en mí y en todas sus criaturas,
no deseo nada más, Padre.

Te confío mi alma, te la doy
con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza, porque tú eres mi Padre.
 (Charles de Foucauld)




Canto a María: Arcilla entre tus manos  (Folleto de la Provincia Nº 304)
SAL DE LA TIERRA Y LUZ DEL MUNDO (FEBRERO)

Ambientación:
            Como símbolos para esta celebración sugerimos una vela encendida y un recipiente con sal. En medio de ellos se puede colocar un recipiente transparente con agua turbia, que simbolizará la postura intermedia en que podemos quedarnos, sin llegar a ser verdadera sal y luz.

            Recomendamos acompañar los momentos de meditación con una música calmada, por ejemplo, alguno de los casetes de Momentos de paz.

Motivación:
            La vocación no es un asunto de razonamientos complicados. La vocación no es para corazones calculadores, miedosos y egoístas. La vocación es problema de amor, y por eso sólo la entienden los corazones grandes y generosos.

       La vocación es: ser conscientes de que Jesús nos ofrece su amistad. Aceptarla e ir intensificando esa amistad con el trato, es ponerse en camino de responder. Poco a poco se irá transformando nuestro corazón y se irá haciendo semejante al de Jesús, convirtiéndonos, así, en verdadera sal de la tierra y luz del mundo.

Canto: Testigos (Folleto de la Provincia Nº 186) 

Lectura evangélica (Mt 5, 1-16)

Reflexión

            Este mundo, hoy más que nunca, tiene la necesidad de ver en ustedes hombres y mujeres que han creído en la Palabra del Señor, en su Resurrección y en la vida eterna hasta el punto de empeñar su vida terrena para dar testimonio de la realidad de este amor que se ofrece a todos los hombres. La Iglesia, en el recurso de la historia, no ha cesado de verse vivificada y de alegrarse por la santidad de tantos Religiosos y Religiosas que, en la diversidad de sus vocaciones, fueron testimonios vivientes de un amor sin límites y de Jesucristo. Esta gracia ¿no es para el hombre de hoy como un soplo vivificador venido desde lo infinito, como una liberación de sí mismo en la perspectiva de un gozo eterno y absoluto?

            Abiertos a este gozo divino, renovando la afirmación de la realidad de la fe e interpretando cristianamente a su luz las necesidades del mundo, vivid generosamente las exigencias de vuestra vocación. Ha llegado el momento de que con toda diligencia os dediquéis a la reforma de vuestra conciencia, si fuere necesario y también a una revisión de toda vuestra vida para una mayor fidelidad.

            Contemplando con la ternura del Señor cuando llamaba a sus discípulos pequeña grey  y les anunciaba que su Padre se había complacido en darles el Reino, les suplicamos: conservad la sencillez de los más pequeños del Evangelio. Sabiendo encontrarla en el íntimo y más cordial trato con Cristo o en el contacto directo con sus  hermanos. Conoceréis entonces el rebosar de gozo por la acción del Espíritu Santo  que es propio de aquellos que son introducidos en los secretos del Reino. No busquéis entrar a formar parte de aquellos sabios y prudentes, cuyo número tiende a multiplicarse, para quienes tales secretos están escondidos. Sed verdaderamente pobres, mansos, hambrientos de santidad, misericordiosos, puros de corazón: sed de aquellos, gracias a los cuales el mundo conocerá la paz de Dios.

            La alegría de pertenecer a Él para siempre es un incomparable fruto del Espíritu Santo que ustedes ya habéis saboreado. Inundados de este gozo, que Cristo les conservará en medio de las pruebas, sabiendo mirar con confianza el porvenir. Este gozo, en la medida en que se irradiará desde vuestras Comunidades, será para todos la prueba de que el estado de vida escogido por ustedes les ayudará  a través de la triple renuncia de su profesión religiosa, a realizar la máxima expansión de vuestra vida en Cristo. Mirando a ustedes  y a sus vidas, los jóvenes podrán comprender bien la llamada que Jesús no cesará jamás de hacer resonar en medio de ellos. El Concilio, en efecto, os avisa: Recuerden los religiosos y religiosas que el ejemplo de su vida es la mejor recomendación del Instituto y la más eficaz invitación a abrazar la vida religiosa.

            Además, no hay duda de que demostrando  profunda estima y gran afecto, Obispos, sacerdotes, padres y educadores cristianos, despertarán en muchos el deseo de caminar en hacia ustedes, respondiendo a la llamada de Cristo que no cesa de resonar en sus discípulos. (Exhortación apostólica Evangelica Testificatio, 53-56).


Preces

            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Para que los pueblos y naciones luchen por los valores del Evangelio, que traen la paz, la justicia y verdadera libertad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que los sacerdotes y consagrados anuncien con ilusión el Evangelio de Jesús en el mundo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que siempre haya corazones jóvenes que estén dispuestos a seguir la llamada de Dios y dedicar su vida, como Jesús, los profetas y los apóstoles, al servicio de sus hermanos los hombres, siendo testigos de esperanza, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que los hogares cristianos se sientan testigos del Evangelio y fomenten la vocación cristiana de sus hijos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.


§      Para que todas nuestras parroquias  e instituciones educativos se comprometan a ser comunidades evangelizadoras y siembren con la llamada de Cristo entre sus miembros, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que proliferen las vocaciones a la vida franciscana  en todo el mundo y nosotras seamos responsables de anunciar a Jesucristo y animemos a quienes deciden consagrarse al servicio del Evangelio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que todos nosotros seamos verdadera sal de la tierra y luz del mundo, y no nos quedemos a medias, en la desconfianza, en la inseguridad,  en el conformismo, en el agua turbia, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oremos: Señor, que has sembrado la esperanza en tu pueblo, concede generosidad y fidelidad a las que llamas a ser hermanas  entre los hermanos y testigos de ti, que eres nuestra esperanza, para que al responder al amar de tu gracia, colaboremos para que venga y crezca el reino de tu Hijo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padre nuestro
 Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…


Oración (todas juntas)
No te pedimos que hoy  nos saques del mundo;  mas líbranos del mal.
El fermento se pone en la mesa,
no en el arca, para que haya buen pan,
y sacien los hombres su hambre
haciendo comunión.

La luz no se luce,
pero hace que vean los hombres
el rostro del hermano y distingan
en él, el ritmo que lleva el corazón.
La sal no alimenta, pero se hace sabroso lo insípido  y conserva cuanto está a su alcance de cualquier corrupción.

La voz no es palabra ni idea, pero entona el mensaje y hace que se oiga y se escuche lo que dice el autor.

Los pies no son el hombre, pero le llevan: la tierra es escenario  de su movimiento y el campo de su acción.
Haz, Señor, que los que has elegido
para tu servicio como luz y como sal,
como fermento para la masa humana, presenten en su palabra y en su testimonio el evangelio de la salvación.  Amén.


Canto a María: Plegaria Ntra. Sra. de los ángeles. (Folleto de la Provincia. Nº 320)








RUEGUEN  AL DUEÑO DE LA MIES,    QUE ENVÍE  MÁS OBREROS A SU MIES (MARZO)

Ambientación
            Como símbolo central para esta celebración sugerimos colocar un buen número de velas, de las cuales sólo algunas, pocas, estarán encendidas. El resto estarán apagadas, simbolizando el gran número de los que forman la mies y los pocos que se sienten llamadas a pastorearla.

Para los momentos de meditación, sugerimos acompañarla con música de fondo.

Motivación:
            La vocación es un misterio grande de fe. Es Dios Padre el que llama todas las cosas a la existencia, toda criatura viviente a la vida, todo ser espiritual al conocimiento y al amor que nos ofrece.

            Él  llama a todos los hombres para dominar y completar la creación. Pero a algunos les ha llamado en especial  para que le sigan y sean obreros que trabajen su mies. Es el Espíritu del Padre y de Jesús el que continúa haciendo que se oigan en la intimidad de cada uno/a  las llamadas más personales.

            En este tiempo de gracia y conversión, sentimos la voz de Dios que nos llama y quiere llamar a otros. Oremos hoy juntos por las vocaciones.

Canto: Id y enseñad. (Folleto de la Provincia. Nº191) 

Lectura evangélica (Mt 20 1, 7)

Reflexión:
            No  basta solo  rezar hace falta, salir y buscar los obreros para realizar el trabajo que encomienda Dios a todos los cristianos.
Es clara la enseñanza de San Francisco: es mejor ayudar al pobre que mantenerse solamente en la audición de la palabra. Y esa es la respuesta que se le da a un novicio  que quiere tener un salterio:”Tanto  sabe el hombre, cuanto obra; y tanto sabe orar un religioso cuanto practica” (leyenda de Perusa Nª105).
            Rogar al dueño de la mies es una responsabilidad  ya que realmente lo que hace falta es amar, servir y liberar al hermano(a), es hacer nuestra la misión de Jesucristo; es preciso comenzar, porque hasta ahora hemos hecho muy poco; comencemos hermanas amándonos las unas a las otras, entonces sí podremos ser las verdaderas obreras del Señor, porque el nos dice ama a tus hermanos y me encontrarás.

 Preces
            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.
§      Para que los pastores de la Iglesia y demás personas consagradas, vivan con gozo, fidelidad y perseverancia su vocación, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que las familias cristianas no sean obstáculo para la vocación consagrada de sus hijos, sino que, al contrario, viviendo la fe con autenticidad y creando un clima de oración, faciliten a sus miembros la acogida de la llamada de Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que todos los que se formar en nuestros seminarios y noviciados respondan con generosa responsabilidad a la llamada y se preparen adecuadamente para el ejercicio de su misión, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Para que todas nosotras, comunidad cristiana, tomemos conciencia de que la vocación es fruto de la gracia y oremos insistentemente al Señor pidiendo la abundancia de vocaciones que la Iglesia necesita, recordando hoy, especialmente, las vocaciones a la vida franciscana, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos

Oremos:  Te pedimos, Señor, que sigas favoreciendo y enriqueciendo a tu Iglesia con los dones de tus vocaciones. Te pedimos que sean muchos los que escuchen y respondan generosamente a tu llamada, para que pueda tu Iglesia alegrarse con su entrega fiel y perseverante. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro
            Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración final: (Todas juntas)

Señor, hoy también hay un inmenso gentío que camina maltrecho  y como ovejas sin pastor.

Hoy también la mies es mucha y pocos los obreros.
Tú, que nos dijiste que en esos momentos rogáramos al Dueño para que enviase obreros a su mies, escucha nuestra oración.

 Te pedimos por todos los que entregan su vida para propagar tu Evangelio.
Confórtalos con tu Espíritu.
Anímalos en su duro trabajo, te pedimos especialmente por nuestras hermanas del gobierno general y Provincial.
Por nuestras promotoras vocacionales.
Dales fuerza para seguir predicando tu verdad.

Haz que su doctrina y testimonio sean  semilla de ideales nobles en los jóvenes, de inocencia en los niños, de bendición en las familias, de paz en las naciones,
de amor y esperanza en todos.

Suscita corazones generosos que, siguiendo su ejemplo y entrega, hagan realidad  la venida de tu Reino a nosotras. Amén.


Canto a María: Hoy te quiero cantar. (Folleto de la Provincia. Nº 317)


JESÚS,  PONIENDO EN ÉL LOS OJOS, LE AMÓ (ABRIL)
 Ambientación:
            Como símbolo para esta celebración, se puede colgar un dibujo con unos grandes ojos, que llevará por título el lema de esta celebración: <<Jesús, poniendo en él los ojos, le amó>>.

            Recomendamos acompañar los momentos de meditación con alguna música suave.

Motivación:
 Nos reunimos en este día para orar por las vocaciones franciscanas. Tendremos como tema de reflexión la escena del joven rico. Es un buen momento para replantearnos el sentido de nuestra vida religiosa, a la vez que rogamos al Padre que sean muchas los que vengan a compartir nuestro propósito.

            La oración por las vocaciones de hoy está marcada por una invitación a ser verdaderos testigos del Señor. Él nos ha convocado para mostrarnos el gozo de compartir la experiencia de nuestra vocación.

Canto: Que detalle (Folleto de la Provincia.  Nº 156)

Lectura evangélica (Mc 10, 17 22)

Reflexión

<<Jesús, poniendo en él los ojos, le amó.>>  Este es el amor del Redentor: un amor que brota de toda la profundidad divino-humana de la Redención. En él se refleja el eterno amor del Padre, que <<tanto amó… al mundo, que le dio su unigénito Hijo, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida eterna>>. El Hijo, lleno de ese amor, aceptó la misión del Padre en el Espíritu Santo, y se hizo Redentor del mundo. El amor del Padre se reveló en el Hijo como amor que salva. Precisamente ese amor constituye el verdadero precio de la Redención del hombre y del mundo. Los Apóstoles de Cristo hablan del precio de la Redención con una profunda emoción: <<Han sido rescatados… no con plata y oro, corruptibles…, sino con la sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni mancha>>, escribe San Pedro. <<Han sido comprados a precio>>, afirma San Pablo.

            La llamada al camino de los consejos evangélicos nace del encuentro interior con el amor de Cristo, que es amor redentor. Cristo llama precisamente mediante este amor suyo. En la estructura de la vocación, el encuentro con este amor resulta algo específicamente personal. Cuando Cristo <<después de haber puesto los ojos en vosotros, nos amó>>, llamando a cada uno y a cada una de una de nosotras, queridos Religiosos (as), aquel amor suyo redentor se dirigió a una determinada persona, tomando al mismo tiempo características esponsales:  se hizo amor de elección…

            Habiendo  escogido a Jesús de Nazaret, el Redentor del mundo, y habiendo  escogido el camino que Él nos ha indicado. Este camino se llamaba también el camino de perfección. Conversando con el joven, Cristo dice: <<Si quieres ser perfecto…>>; de modo que el concepto de <<camino de perfección>> tienen su motivación en el misma fuente evangélica…

            La llamada a la perfección pertenece a la esencia misma de la vocación cristiana. (Exhortación apostólica Redemptionis donum  II, 3,4, 5)

Preces
 Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Por la Iglesia, comunidad de creyentes en Jesús, para que no falten en ella sacerdotes que continúen anunciando la Buena Nueva en el mundo y celebrando la Salvación con sus hermanos, los hombres, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los sacerdotes y consagrados, para que vivan su vocación con generosidad y gozo, y por su testimonio de vida, muchos jóvenes se sientan atraídos a revelarlos en su ministerio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los padres cristianos, para que tomen conciencia de la responsabilidad que tienen en la comunidad cristiana y consideren la vocación de sus hijos como un <<don>> de Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por nuestras comunidades parroquiales,  grupos cristianos, instituciones educativas,  para que entre sus miembros se planteen la vocación religiosa y sacerdotal como una necesidad de la Iglesia y como un signo de madurez en la fe, que les lleve a poner su vida al servicio del Evangelio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por el aumento y perseverancia de las vocaciones a la vida de HFI, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los formandas de nuestras comunidades de la provincia santa Rosa de Lima, para que abran su corazón, sin reservas, a la llamada de Jesús. Roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.


 Oremos: Iluminadas y animadas por tu Palabra, te pedimos, Señor, por todas aquellas que nos sentimos llamadas para proclamar tu reino. Sostennos en las dificultades, confórtanos en los sufrimientos, asístenos en la sociedad, protégenos en la persecución y en la perseverancia, confírmanos en la fidelidad. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro
 Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración Final (Todas juntas)

Oh, Señor, ve delante de nosotras para guiarnos,
ve detrás de nosotras para impulsarnos,
ve debajo de nosotras para levantarnos,
ve sobre nosotras  para bendecirnos,
ve alrededor de nosotras para protegernos,
ve dentro de nosotras para que, con cuerpo y alma,
te sirvamos para gloria de tu nombre.
 (N. Söderblom)

Canto a María: Feliz porque has creído. Folleto de la Provincia. Nº 314 







































MARÍA, MODELO DE CONSAGRACIÓN Y SEGUIMIENTO (MAYO)


Ambientación
 Una imagen de María preside la celebración. Puede rodearse de velas, que nos representarán a cada uno de nosotros.

Puede acompañarse la meditación con cantos marianos.

Motivación
             Alabemos al Señor que ha enriquecido a su Iglesia con el don del sacerdocio, con las múltiples formas de vida consagrada y con otras innumerables gracias, para la edificación del pueblo y servicio de la humanidad.

            Demos gracias al Señor, que continua dispensando su llamada, a la que numerosos jóvenes y otras personas responden con creciente generosidad.

            Elevemos nuestra humilde y confiada oración por intercesión de María, Madre de la Iglesia, mujer pobre y humilde, mujer de entera disponibilidad a Dios, modelo para todos los que han consagrado su vida al servicio del pueblo de Dios.

Canto: Elegida DE Dios  (Folleto de la Provincia. Nº 402)

Lectura evangélica (Lc 1, 26-38)

Reflexión

            María es aquella que, desde su concepción inmaculada, refleja más perfectamente la belleza divina. <<Toda hermosa>> es el título con el que la Iglesia la invoca. <<La relación que todo fiel, como consecuencia de su unión con Cristo mantiene con María Santísima, queda aún más acentuada en la vida de las personas consagradas […] En todos (los Institutos de vida consagrada) existe la convicción de que la presencia de María tiene una importancia fundamental tanto para la vida espiritual de cada alma consagrada como para la consistencia, la unidad y el progreso de toda la comunidad>>.

            En efecto, María es el ejemplo sublime de perfecta consagración, por su pertenencia plena y entrega total a Dios. Elegida por el Señor, que quiso realizar en ella el misterio de la Encarnación, recuerdo a los consagrados la primacía de la iniciativa de Dios. Al mismo tiempo, habiendo dado su consentimiento a la Palabra divina, que se hizo carne en ella, María aparece como modelo de acogida de la gracia por parte de la criatura humana.

            Cercana a Cristo, con José, en la vida oculta de Nazaret, presente al lado del Hijo en los momentos cruciales de su vida pública, la Virgen es maestra de seguimiento incondicional y de servicio asiduo. En ella, <<templo del Espíritu Santo>>, brilla de este modo todo el esplendor de la nueva criatura. La vida consagrada la contempla como modelo sublime de consagración al Padre, de unión con el Hijo y de docilidad al Espíritu, sabiendo bien que identificarse con <<el tipo de vida en pobreza y virginidad>> de Cristo significa asumir también el tipo de vida de María.

            La persona consagrada encuentra, además, en la Virgen una Madre por título muy especial. En efecto, si la nueva maternidad dada a María en el Calvario es un don a todos los cristianos, adquiere un valor específico para quien ha consagrado plenamente la propia vida a Cristo. <<Ahí tienes a tu madre>> (Jn 19, 27): las palabras de Jesús al discípulo <<a quien amaba>> (Jn 19, 26) asumen una profundidad particular en la vida de la persona consagrada. En efecto, está llamada con Juan a acoger consigo a María Santísima (cf. Jn 19, 27), amándola e imitándola con la radicalidad propia de su vocación y experimentando, a su vez, una especial ternura materna. La Virgen le comunica aquel amor que permite ofrecer cada día la vida por Cristo, cooperando con Él en la salvación del mundo. Por eso, la relación filial con María es el camino privilegiado para la fidelidad a la vocación recibida y una ayuda eficacísima para avanzar en ella y vivirla en plenitud. (VC 28)

Preces

            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Por los pastores de la Iglesia, para que, formados en la escuela de María, Reina de los Apóstoles, sean fieles mensajeros de la Palabra de Dios y dispensadores incansables de su misericordia, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todos los cristianos, par que, encontrando en María la fuente de la alegría, vivan con autenticidad su propia vocación, dando testimonio de fidelidad radical al mandato del amor, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los jóvenes, para que, a ejemplo de María, busquen la verdad con corazón libre y puro, asumiendo sus dificultades y sacrificios inherentes a la fidelidad radical al Evangelio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por las personas que han dedicado sus vidas al seguimiento de Cristo, para que, mirando a María, sepan ofrecer a todos el testimonio de una entrega generosa y serena, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por el aumento de las llamadas a la vida de HFI Que sepan ser fuertes y decididas en su opción de vida y encuentren en nosotras ejemplo y testimonio. roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por nuestra comunidad religiosa  congregada en este día para alabar a Dios y pedir obreros para su mies. Para que María sea nuestra compañera en la vida y acudamos a ella en los momentos de dificultad. roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oremos: Señor, Dios nuestro, en María encontraste a la mujer perfecta, seguidora de Jesús y fiel a sí misma: concédenos, como ella, poner todas nuestras cualidades al servicio de la expansión de tu Reino. Te lo pedimos a ti, que viven y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Padrenuestro
 Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración (Todas juntas)

Virgen María, humilde hija del Altísimo,
en ti se ha cumplido de modo admirable
el misterio de la divina llamada.
Tú eres la imagen de lo que Dios cumple
en quien a Él se confía; en ti la libertad del Creador ha exaltado la libertad de la criatura.

Aquel que es nacido en tu seno ha reunido en un solo querer la libertad salvífica de Dios y la adhesión obediente del hombre.

Gracias a Ti, la llamada de Dios se salda definitivamente con la respuesta del hombre- Dios.  Tu, primicia de una vida nueva, protégenos a todos nosotros en el “SI” generoso del gozo y del amor.

Santa María, Madre de cada llamado,
haz que los creyentes tengan la fuerza
de responder con ánimo generoso al llamamiento divino y sean alegres testimonios del amor hacia Dios y hacia el prójimo.

Joven hija de Sión, Estrella de la mañana,
que guías los pasos de la humanidad hacia el porvenir,
orienta a la juventud del hoy
hacia Aquel que es “la luz verdadera que ilumina a todo hombre”. Amén.



Canto a María: María del Pueblo.





















LLAMÓ A LOS QUE ÉL QUISO (JUNIO)
Ambientación
La celebración está presidida por doce velas o doce siluetas de personas , que representan a los doce Apóstoles.
            Durante el tiempo de meditación se pueden entonar algunas antífonas que se irán repitiendo con mayor y menor intensidad. Ejemplo “Confío en ti” u otras que se crea conveniente.
 Motivación
            La celebración vocacional de este mes, tiene un marcado carácter de alegría y esperanza. Al final del curso es tiempo de recoger siempre los frutos de todo un año de dedicación y trabajo.

            Con una sola alma y un sólo corazón, nos reunimos como verdadera familia, franciscana. Queremos vivir y celebrar nuestro encuentro como verdaderas hijas de nuestra padre San Francisco y nuestra madre Francisca Pascual . Celebremos el don de la vocación, fruto de  alegría de Dios en nosotros. Sintamos el gozo de vivir la entrega y el amor de Dios dentro de esta comunidad religiosa y pidamos al Señor que sean muchas las que se sientan llamadas.

Canto: Gracias por la fraternidad (Folleto de la Provincia Nº 99) 

 Lectura evangélica (Mc 3, 13-19)

Reflexión:
            Después de las llamadas de algunos discípulos en particular para ser sus apóstoles, Jesús convoca al grupo de los Doce. Vocación colectiva en la que aparece lo esencial del llamamiento religioso.

            "Jesús subió a la montaña, llamó a los que quiso y se fueron con Él". Este primer colectivo de discípulos reaccionó con la respuesta esencial cristiana: irse con Jesús para estar en su compañía. Queda claro que la iniciativa proviene de Jesús. Por qué, a éstos y no a otros, es un secreto. En este tiempo Jesús nos ha llamado a nosotros para ser religiosos consagrados. ¿Tenemos más méritos que otros cristianos comprometidos para ser seleccionados por el Señor? Esta predilección inexplicable reclama agradecimiento y responsabilidad de nuestra parte.

            "Estos son los nombres de los doce apóstoles". Desde el impetuoso Pedro hasta el Judas traidor, hay una serie de hombres distintos, con dos parejas de hermanos, un publicano, un fanático y así hasta la docena. Hemos de añadir a esta lista inicial nuestros nombres, pronunciados por Jesús individualmente. Y hemos de preguntarnos: ¿Qué se ha hecho de la primera emoción? ¿La conservamos, o se nos ha evaporado? ¿La hemos alimentado y aumentado, o ya no nos dice nada?

            Después de contestarnos sinceramente, queda por analizar el para qué de la llamada a la vida religiosa.
            "A los Doce los hizo sus compañeros para enviarlos a predicar". Según esta síntesis programática de la vocación, lo esencial para todos los llamados consiste también en el denominador común de ser compañeros de Jesús; y para lograrlo, fomentar su intimidad con un conocimiento interno que genera mayor amistad. Y al mismo tiempo, junto a la concentración íntima en Jesús, la dispersión hacia los demás, el envío en misión, el apostolado, la difusión del Mensaje en múltiples formas de palabra y obra.

            "A estos Doce los envió Jesús con estas instrucciones: - No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino Id a las ovejas extraviadas de Israel". A los que trabajamos apostólicamente en tierras donde la Iglesia está implantada, nos sirve el eslogan de Jesús de ir a los descarriados… (Folletos con Él. Teología y Biblia, nº 166 - octubre 1997)

Preces
            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Por la Santa Iglesia de Dios, necesitada de pastores, para que sean muchos los llamados al servicio de Dios y de la humanidad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los jóvenes de nuestro mundo, para que sientan la fortaleza del Señor y no tengan miedo a seguir a Jesús en su propia vocación, con radical libertad y absoluta disponibilidad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por las familias cristianas, para que sean hogar donde puedan nacer futuras vocaciones para el servicio de la Iglesia, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todos los llamados a la vida franciscana. Para que encuentren en nosotras el necesario aliento, ejemplo y testimonio de vida, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oremos: Escucha, Padre bueno, lo que ahora te hemos pedido y a ejemplo de tu Hijo Jesucristo, haya jóvenes que sean capaces de arriesgar su vida por todos siguiéndole a Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Padre Nuestro
Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración (Todas juntas)
 Señor Jesús, que llamas a quien quieres,
llama a muchas jóvenes a trabajar contigo.
Tú que iluminaste con tu palabra a los que llamaste,
ilumínanos con el don de la fe en ti.
Tú que los sostuviste en las dificultades,
ayúdanos a vencer nuestras dificultades
de jóvenes de hoy.
Y si llamas a alguna de nuestras jóvenes
para consagrarte a ti,
que nosotras no seamos obstáculos para ellas
que tu amor caldee esta vocación
y la haga crecer y perseverar
hasta el fin. Amén.
(Juan Pablo II)


Canto a María: Tú estás cerca. (Folleto de la Provincia. Nº 330)

CAMINO DE EMAÚS (JULIO)
 Ambientación
            Un camino echo con piedras o arena preside la celebración. Puede haber algún cartel indicativo que diga "hospitalidad”. También se puede colocar pan y vino en el fondo del camino, pues la Eucaristía es uno de los principales puntos en la meditación de hoy. Junto al pan y el vino, una vela.

Durante la meditación puede escucharse alguna música suave.

Motivación:
 Nos reunimos en este mes para orar por las vocaciones. Tendremos a la vista el pasaje de los discípulos de Emaús. Tenemos que sentir la necesidad de rogar para que este Jesús que se manifestó glorioso en el camino, lo haga, también, en los corazones de muchos jóvenes y en los nuestros propios, para que continuemos la senda por Él iniciada.

Canto Quédate, Señor. Folleto de la Provincia. Nº 103

Lectura evangélica (Lc 24, 30-32)

Reflexión
            El camino es una metáfora que habla de la vida. Poetas, escritores y místicos de diversa raigambre  la han utilizado con frecuencia a lo largo de los siglos. Para nosotros, cristianos y cristianas, el camino constituye el núcleo de nuestra identidad: Principalmente por dos razones. La primera es que Jesús se definió así mismo como camino (Cf.Jn.14,6). La segunda, porque este era el nombre con el que se reconocía a los primeros cristinos: “Los seguidores del camino del Señor” Cf. Hech.9,2).
Volviendo al texto los dos peregrinos iban rumbo a Emaús masticaban juntos su tristeza. Se alimentaban mutuamente de amargura y desaliento ¡Qué experiencia tan común entre nosotros es esta! Nosotras religiosas, que quisimos que nuestras vidas fueran anuncio de felicidad y promesa. Nosotras que elegimos el camino de las Bienaventuranzas, nos encontramos muchas veces rumiando nuestra desgracia.
            Hemos partido juntas el pan de la Palabra. Hemos hablado de los milagros obrados en Su nombre. Hemos sido testigos de cadenas rotas, de panes multiplicados. De vistas recuperadas. Sin embargo ¡Cuántas veces  nos encontramos por el mundo mordiendo el pan de la amargura, el desasosiego y la esperanza rota!.
            Cuanta necesidad tenemos, de que alguien se nos junte y nos ayude a entender cómo son las cosas. Más no basta, es preciso  que el día llegue a su ocaso, que el sol se oculte con resplandores rojos de sangre y que, en ese instante liminal, se produzca otra vez el milagro: ¡Milagro de pan partido y de vida regalada! ¡Memorial que a la vez es una nueva llamada!. (Folletos Volver a Jerusalén Ficha Nº13.)

            Aplicado el texto desde la hospitalidad a nuestro carisma: San Francisco de Asís, acogió a toda criatura la llamó Hermano/a, Madre Francisca nos dijo: “Cristo es nuestro único Tesoro” acoger a Cristo significa acoger a los hermanos, “la necesidad de mi hermano es un mandato” , “No hagas esperar a quién llame a tu puerta” ...; cómo fraternidad de HFI no debemos olvidar los gestos de Jesús al acoger: les habló, les acompañó, los escuchó y se quedó con ellos. No olvidemos nuestro compromiso de acoger y mirar con cariño la realidad de nuestra juventud hoy, de escuchar, dialogar y acompañar siendo hermanas, amigas y madres unas con otras


       El gesto de hospitalidad consiste en acoger al otro, extraño y vulnerable, en el círculo íntimo privado. Esto supone un descentramiento del propio yo para acoger al otro y sus necesidades; supone una exposición confiada de la mutua vulnerabilidad, creando un ámbito de igualdad. Los gestos de hospitalidad (Gn. 18, 1-16) como signos del Reino de Dios (Heb. 13,1-3). El caminante desconocido se sienta a la mesa con los discípulos (vv.30).

       El gesto de la mesa compartida, es un gesto identificador del cristianismo: mesa compartida / vida compartida. La Eucaristía se refleja en este relato como fuente y culmen de la vida cristiana (S.C). En la Eucaristía somos introducidos en la vida íntima de Jesús, en su dinamismo pascual. La Eucaristía se desvela como gesto que anticipa el Reino de Dios que esperamos.


Preces
            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Por las comunidades cristianas, para que el Señor suscite en nuestros días hombres y mujeres capaces de arriesgar su vida por todos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por el Papa, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, para que actúen según la voluntad del Padre y sean fieles a Dios y a todos los hombres, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todos los jóvenes, para que estén dispuestos a arriesgar su vida en la construcción del Reino de Dios y emprendan el camino de su vocación con decida generosidad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todas las familias, para que sepan crear un clima cristiano adecuado a las grandes decisiones de sus hijos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por nosotras, para que nuestra testimonio de vida anime a muchas a abrazar la vida religiosa según nuestro  carisma de HFI, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.


Oremos: Señor Jesús, que has querido llamar a hermanos para que, siguiéndote fielmente te hagas presente en ellos por medio de la vivencia gozosa de su vocación. Escucha la oración de tus humildes siervas, que hoy también te piden la gracia de ser tus testigos, a ejemplo de tu amor, en medio del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.




Padrenuestro

Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su Hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…



Oración (todas juntas)

Oh Jesús, Pastor de las almas,
que llamaste a los apóstoles
para hacerlos pescadores de hombres;
atrae hacia ti a jóvenes, ardientes y generosos, para hacerlos tus seguidores.

Hazlos partícipes de tu redención universal.
 Tú, que siempre estás dispuesto a interceder por nosotros,
descúbreles el inmenso campo de tu mies en donde tantos piden la luz de la verdad, el calor del amor.

Haz que, respondiendo a tu llamada,
Prolonguen en la tierra tu misión
y sean nuevos constructores de este reino que esperamos: de la gran familia que es la Iglesia.
 Amén.


 Canto a María: Gracias Madre

























SÍGUEME (AGOSTO)

Ambientación
            Un gran cartel con el lema de esta celebración vocacional preside el lugar. Se pueden usar huellas y colocar la imagen de Cristo como meta final.
 Durante la meditación pueden entonarse diversos cantos vocacionales.

Motivación
Nos reunimos en esta tarde para orar por las vocaciones. Jesús sigue llamando, como lo hizo con aquellos primeros discípulos. Habrá dificultades, retos, peligros, pero la confianza en Él lo puede todo. Su llamada inicial lo llena todo: ¡Sígueme!

Canto: Me has seducido Señor.

Lectura evangélica (Lc 9, 57-62)

Reflexión
            La vocación es radicalista lo demuestra ese imperativo de Jesús "¡Sígueme!", que se dirige no sólo a algunos privilegiados de su entorno sino a todos los religiosos de todo tiempo y lugar. La vida consagrada es fundamentalmente una adhesión personal a Cristo. El seguimiento enamorado de Jesús es la quinta  esencia indispensable de la consagración.

            La respuesta radical del religioso a la petición de Jesús "Sígueme" es la que pronuncia ese discípulo anónimo de seguirle en todo lugar y tiempo. Militar en las filas de la vida consagrada es firmar un cheque en blanco a favor de Jesús. Poner toda la fe y la confianza en aquel que afirma: "Quien me sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". La disponibilidad ante Jesús es la regla de oro del religioso.
 ¿Y que nos depara el seguimiento de Cristo? "El Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza". Jesús no dora la píldora como los líderes políticos y sociales, que ofrecen "el oro y el moro" para reclutar seguidores. Jesús nos habla de su vida desarraigada, sólo guiado por la brújula del servicio a Dios y a los hombres. A todos los consagrados se nos exige coherencia con ese Cristo liberado, desprendido de todo por nuestro amor.

            Es verdad que no a todos en el mismo grado, pero a todos los fieles nos manda Jesús que vayamos a anunciar el Reino de Dios. Los llamados a la vida religiosa activa deben incorporarse totalmente al servicio de la Buena Noticia. "Id y predicad el Evangelio".
            Sobre la conciencia de los consagrados a la causa de Jesús debe resonar la exclamación de Pablo: "¡Ay de mí si no evangelizare!" Y más aún su afirmación rotunda: "¡No me avergüenzo del Evangelio!"

            Otra exigencia del seguimiento de Jesús es el preferirle por encima de todos los amores de la tierra, familia incluida. Esto no quiere decir que Jesús invalide el cuarto mandamiento de amar a los familiares. Sólo nos recuerda que por ser Él en cuanto Dios el dador de esos seres entrañables está por encima de ellos y, en caso de incompatibilidad, debe prevalecer nuestro amor hacia Él.

            Para los llamados a su seguimiento pleno, los consagrados, Jesús propone exigencias mayores. Les dice que su familia, por encima de cualquier otro lazo sagrado que sea, es Él. Si la patria, el partido político o los negocios pueden pedir sacrificios de separación familiar, cuánto más Jesús, nuestro jefe, hermano mayor y Dios. Y esa fidelidad exige perseverancia hasta el fin. En esta sociedad alérgica a los compromisos duraderos y rompedores de promesas, hemos de pedir diariamente a Jesús: "¡No permitas que me aparte de ti!" O mejor: "¡Llévame, Señor, contigo adondequiera que vas…"
(Folletos con Él. Teología y Biblia, nº 166 - octubre 1997)

Preces
            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Por el Papa, los obispos y presbíteros, para que sepan iluminar especialmente con sus vidas la existencia de los hombres y ser indicadores de caminos válidos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los creyentes en Cristo, para que vivan siempre el seguimiento de su Señor, de tal manera que sean luz de los hombres y sal de la tierra, y, por medio de ellos, los hombres puedan ver y llegar al Padre Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todas las formandas de nuestra Congregación para que, abiertos a la luz de la palabra de Jesús, se preparen para ser servidoras del pueblo, que espera su mensaje y testimonio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los misioneros, sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares, para que Dios bendiga su labor y, entre todos, colaboremos en la construcción del Reino en la tierra, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todos los que creemos en Cristo, para que, reunidos en comunidad fraternal, seamos germen e instrumento  de salvación en el mundo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.


Oremos: Jesús, salvador de los hombres, que has querido encomendar las tareas importantes de la historia de la salvación de hombres sencillos, haz que, a ejemplo de san Francisco de Asís, protector de nuestra Orden, la vida de tus humildes siervas sea una respuesta fiel a tu llamada. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.



Padrenuestro

            Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo,

Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…


Oración (Todas juntas)

En tu regazo acunaste a la Iglesia niña en Jerusalén,
con tu mano cariñosa dirigiste su crecimiento,
tus desvelos la acompañaron
cuando se aventuró por los caminos para invitar a los hombres,
a compartir su vitalidad juvenil.
Tu silenciosa presencia alentó sus triunfos y consoló sus desalientos.
Cuidabas lo que era tuyo: tus hijos, tu patrimonio maternal.

También nuestra Orden ha crecido bajo tus cuidados:
mimada por tus manos de madre,
alentada por tus ojos de madre,
consolada en sus crisis por tu presencia de Madre.
Cuidas lo que es tuyo: tu Orden, tu patrimonio maternal.

Infúndenos el vigor juvenil de otros tiempos:
la osada vitalidad, el optimismo contagioso
que atraiga a los hombres a emprender la jornada de vida
junto a nosotras, con nosotras, contigo.
Amén.



Canto a María: Dichosa tú.

























VENID CONMIGO, Y OS HARÉ PESCADORES DE HOMBRES  (SEPTIEMBRE)

Ambientación
            Hoy, de manera especial, queremos que nuestra celebración nos haga tornar la vista atrás y redescubrir nuestra vocación. Como símbolo principal sugerimos colocar el lema de la jornada con una variante:  “ … ven conmigo y te haré pescadora de hombres”. En los tres puntos iniciales iría cada uno de nuestros nombres.

Motivación:
            Nos hemos reunido en este día para sentirnos comunidad  y orar por las vocaciones. Nuestra sociedad necesita de jóvenes que escuchen la voz de Dios que les llama a seguirle. Hacen falta obreros, nuevos pescadores de hombres, que quieran trabajar en la viña del Señor.

            Nuestra actitud orante, ha de suscitar el deseo y la preocupación por las vocaciones a la vida religiosa, sacerdotal, misionera y laical. Unidas en una sola alma y un solo corazón, dirijamos a Dios nuestra oración confiada.

Canto: Te alabo señor (Folleto de la Provincia. Nº 380.

Lectura evangélica (Mt 4, 18 - 22)

Reflexión

            "Un poco más adelante vio a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó". ¿Por qué a ellos? ¿No había otros pescadores por la ribera? Jesús llama a cada uno de una manera personal. Lo importante es estar siempre alerta, para que los ruidos parásitos o la distracción no impidan escuchar la llamada divina cuando llegue.

            "Dejaron a su padre en la barca con los jornaleros y se fueron con él". Debió de ser una llamada tremenda para obtener esa reacción fulminante de abandonar al padre Zebedeo por seguir al rabí Jesús. Fue para los cuatro el comienzo de la gran aventura -la cosa empezó en Galilea-, una aventura que sigue todavía, dos mil años después, y en la que estamos enrolados un millón de religiosas y religiosos. ¿Cómo fue tu llamada? Echa la vista atrás. ¿La recuerdas?
Pero no hay que contentarse con el sí inicial. Jesús puede invitarnos a más altas cotas de seguimiento, cuyo techo es ilimitado. ¿Lo hemos dejado todo -y a nosotras mismas- para seguir a Jesús? He ahí un reto permanente y una meta sublime. (Folletos con Él. Teología y Biblia, nº 166 - octubre 1997)



Preces

            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena Nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Por los obispos, sacerdotes, religiosos Y religiosas, para que sean auténtico testimonio y ejemplo de vida para muchos jóvenes que se sienten llamados por Cristo, a una vivencia más radical del Evangelio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los creyentes en Cristo, para que vivan siempre el seguimiento de su Señor, de tal manera que sean luz del mundo y sal de la tierra, y, por medio de ellos, los hombres puedan llegar al Padre, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por los jóvenes de nuestros grupos y movimientos y por todas nuestros formandas, para que, abiertas a la luz de la Palabra de Jesús, se preparen para ser servidores del pueblo que espera su mensaje y testimonio, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todas nosotras, para que no quedemos indiferentes y anclados antes las necesidades religiosas y espirituales de los hombres, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por todas las familias cristianas, para que, a través de un ejemplo de vida conforme al Evangelio, fortifiquen la fe de sus hijos y favorezcan en ellos el deseo de imitar a Cristo con fidelidad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oremos: Ayúdanos, Señor, en nuestra tarea diaria, y haz que construyamos un mundo que sea una verdadera casa familiar para todos los hombres, en torno a la misma mesa y al mismo pan que Tú nos ofreces. Te lo pedimos a ti, que vives y reinas, por los siglos de los siglos. Amén.


Padrenuestro

Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración (Todas juntas)


Señor, Dios nuestro, haz que el clamor de tu voz llegue a muchos que se levanten y vivan unidos en ti.
Prepara sus corazones con tu palabra,
de modo que se dispongan a evangelizar a los pobres
y a cuidar de tu mies abundante.
Señor, que todos los llamados a la vida de nuestra Congregación escuchen tu voz y puedan cumplir tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


Canto a María: María, música de Dios. ( Folleto de la Provincia. Nº 322)

DEJÁNDOLO TODO, SE LEVANTÓ Y LO SIGUIÓ (OCTUBRE)

Ambientación:

            Hoy día, probablemente, el tiempo sea una de las cosas que más apreciamos. Por ello, como símbolo de abandono de aquello que más estimamos, proponemos, como símbolo para esta celebración, dejar todos nuestros relojes y otros que se puedan encontrar, junto al altar o en un lugar visible. El animador local puede hacer una monición de entrada que invite a este acto.

Motivación: 
            Celebramos hoy la jornada de oración por las vocaciones. Centraremos nuestra reflexión en la vocación de Mateo, una llamada peculiar de Jesús y una respuesta radical por parte de Leví.
            Sintamos la necesidad de renovar la vitalidad de  nuestra vocación y oremos al Padre para que sean muchos los que, sin vacilaciones, opten por una entrega radical al Evangelio.

Canto: Francisco Evangelio Vivo (Folleto de la Provincia. Nº 75)

Lectura evangélica (Lc 5, 27-28)

 Reflexión
            Jesús llama a otro para su equipo inmediato de colaboradores fijos.
            Después de los cuatro pescadores, un agente del fisco extranjero, pagano y ocupante. Jesús no hace excepción excluyente de personas. Nosotras, sí: en nuestra obras y ministerios a veces discriminamos a los "escandalosos": madres solteras, no practicantes, anticlericales, marginados… Hemos de agradecer a Jesús que nos llamara a su servicio, siendo malos o peores que otros no llamados igualmente. Predilección que debería actuar siempre de motor incansable en el estímulo de nuestro seguimiento permanente.

            "Él se levantó y lo consiguió". Qué fuerza debió tener la llamada de Jesús, que arrastraba con una sola palabra. Y qué prontitud y fidelidad las de Mateo, que le dan coraje para romper las cadenas que atan corto al dinero, y sigue incondicionalmente al Señor. Su respuesta fue inmediata y rotunda; no puso condiciones, como otros, para seguirle: liquidar cuentas, cerrar el ejercicio fiscal, buscar sustituto… Simplemente, se levanta y sigue a Jesús: doble actitud de todo buen consagrado. Alzarse de la postración adocenada o de la desgana, y seguir a Jesús en sus actitudes y en su misión. Nada hay comparable a eso en la vida. Mateo no dudó un instante en dejar sus ganancias y ocupación. En lugar de la clásica "imitación de Cristo" hoy se habla mucho del "seguimiento de Cristo". Pero, ¿se practica?

            En las llamadas concretas a la vida religiosa y dentro de ella, hemos de seguir a Jesús con la prontitud y fidelidad de Leví. Y con su alegría, ya que le ofreció un banquete para agradecer y celebrar su vocación. No hay que mirar tanto el "sacrificio" que supone el seguimiento de Jesús cuanto su vertiente gratificante.
(Folletos con Él. Teología y Biblia, nº 166 - octubre 1997)
 Preces
            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.
§      Por el Papa, los Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, para que sean testigos vivos del Evangelio de Jesucristo y lo anuncien con valentía, inundados siempre de la fuerza del Espíritu Santo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos..

§      Por toda la Iglesia que ha renacido de la fuente bautismal, para que, renovada con los sacramentos pascuales, acreciente cada vez su generosidad y su amor hacia todos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por aquellos que sufren en el cuerpo y en el espíritu. Por los pobres, enfermos, abandonados, tristes, desvalidos. Para que encuentren en Cristo la verdadera alegría en su vida, y nosotros seamos capaces de ayudarlos con nuestra disponibilidad, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por nuestra gran familia de HFI que se reúne hoy para esta oración vocacional. Que el espíritu de san Francisco y Madre Francisca estén siempre vivos en nosotras y lleguemos a ser todas una sola alma y un solo corazón dirigidas hacia Dios, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Por las jóvenes, para que surja en el corazón de muchas el deseo de seguir el estilo de vida que propuso san Francisco a la Iglesia, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oremos: Oh Dios, Verdad y Bien supremo. Escucha complacido las súplicas que te hemos presentado. Dígnate concedernos aquellos que, con fe, te hemos presentado. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro
 Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó:
Padre nuestro…

Oración (Todas juntas)


Señor, no tienes manos,  tienes sólo nuestras manos
para construir un mundo nuevo donde habite la justicia.
Concédenos, Señor, fortaleza y entrega.

Señor, no tienes pies, tienes sólo nuestros pies
para poner en marcha a los hombres por el camino de la libertad.
Concédenos, Señor, comprensión y estima.

Señor, no tienes labios,  tienes sólo nuestros labios
para proclamar al mundo la Buena Noticia de tu Evangelio.
Concédenos, Señor, sabiduría y consejo.

 Señor, no tienes medios, tienes sólo nuestra acción para lograr
que todos los hombres sean hermanos.
Concédenos, Señor, ser testigos de tu Evangelio. Amén.

 Canto a María: María, Madre del Pueblo Nº 321
VENGAN  Y LO VERAN (NOVIEMBRE)

Ambientación:
            Como símbolo para estar celebración, sugerimos colocar un espejo en el que nos veamos reflejadas. Sobre él deberá aparecer el lema de la jornada “vengan y lo verán”. Acercarse a Jesús, seguirle a Él es levantarnos y ponernos en camino descubriendo su rostro y presencia en nosotras. Es lo que pretendemos simbolizar con el espejo.

Motivación: 
Jesús nos invita a su seguimiento: “vengan y lo verán” . Celebramos hoy la jornada de oración por las vocaciones. Tenemos que ser conscientes de la necesidad de orar para que sean muchos los que den el paso decisivo. Pidamos al Padre de todo y de todas por las vocaciones Franciscanas de la Inmaculada.

 Canto: “Jesús estoy aquí”

Lectura evangélica (Jn 1, 35-42)

Reflexión
            Los primeros que acceden a Jesús son dos discípulos del Bautista: Juan y Andrés. Aunque la vocación es un regalo personalizado de Dios, también funcionan las mediaciones. Ambos seguidores de Jesús ya estaban enrolados en un grupo espiritual, con ganas de mejorar. También mucho cristianos recibimos la llamada a la consagración plena desde alguna plataforma seglar apostólica. Por ello hemos de dar gracias a Dios por esa estructura, y sobre todo por las personas que nos sirvieron de trampolín para sumergirnos de lleno en Jesús.

            Juan y Andrés siguen a Jesús porque el Bautista lo presentó como "el cordero de Dios", el Santo, el Justo, el Inocente. Les atrae la personalidad del Consagrado por Dios. No dudan en dejar a Juan por Jesús porque saben que ésa es la voluntad y la misión del Bautista: ser antecesor e intermediario. Debemos alegrarnos de que nuestros posibles seguidores nos dejen para seguir más de cerca de Jesús, ya sin necesidad de nosotras. "Conviene que Él crezca y yo disminuya".

            Aparentemente, la iniciativa es de Juan y Andrés, al reclamo del Bautista: "Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús". Pero el tirón, el atractivo es de Jesús. Y también la primera palabra: "¿Qué buscan"?. Hemos de recordar, más con eficacia que con nostalgia, esa primera pregunta de Jesús a cada uno de nosotras: "¿Qué buscas?", ¿Qué quieres?". Seguramente brotará la alegría en nuestro corazón por haberla escuchado y fecundado.

            En realidad, Juan y Andrés no buscaban algo sino a Alguien. La vocación es interpersonal. No son las cosas -apostolado, Reino, …- lo que imana, sino el gancho que brota de la persona de Jesús. Así ocurre en toda vocación profunda. Y si empieza por "cosas", ha de terminar en Jesús para que sea auténticamente cristiana.

            Jesús provoca la experiencia personal. No les explica dónde y cómo vive; les conduce a su terreno: "Vengan y vean ". Cristianismo y vocación consagrada no son teoría, sino práctica de conocimiento interno de Jesús; no tanto saber de, cuanto saber a Jesús.

            "Entonces fueron". Juan y Andrés "vieron donde vivía y se quedaron con Él aquel día". Los primeros discípulos vieron que Jesús vive a la intemperie, en plena disponibilidad, sin tener donde reclinar la cabeza de manera fija.
            No basta agradecer aquel primer contacto personal con Jesús; hay que provocar nuevos con la meditación, contemplación frecuente hasta grabar la hora del encuentro. "Serían las cuatro de la tarde".

            Además, hay que compartir el hallazgo. "Andrés encuentra a su hermano Simón y le dice: - Hemos encontrado al Mesías". La primera consecuencia del contacto con Jesús no es quedárselo en exclusiva, sino compartirlo. También nosotras, tras experimentar a Jesús, hemos de ofrecer nuestras vivencias cristianas a quien quiera conocerlas. Alguien habrá necesitado o deseoso conocer experiencias vocacionales. "Y lo llevó a Jesús". Andrés no se contenta con hablar con Jesús, sino que atrae a su hermano hacia Él. La labor apostólica es hablar y actuar. No forzar, pero sí sugerir, orientar, acompañar.

            "Jesús se lo quedó mirando y dijo: - Tú eres Simón… Te llamarás Pedro". Mirada personalizada de Jesús. También la tuvo hacia el joven rico y hacia todos cuantos conectan con Él a lo largo de la historia. Hemos de agradecer la mirada de Jesús: la primera que nos deslumbró y las siguientes; no rehuir sus ojos, sino buscarlos. Y recordar también su voz creadora: "Tú eres Fulana. Tú te llamarás Consagrada".
(Folletos con Él. Teología y Biblia, nº 166 - octubre 1997)

Preces
            Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de anunciar la Buena nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Oh Dios, que por medio de tu Hijo mostraste a los hombres el camino de la verdad, haz que todos te reconozcan a ti, Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Oh Dios, que quieres la salvación de todos los hombres, concede a nuestros misioneros eficacia en sus trabajos, para que la luz del Evangelio llegue a todos los rincones de la tierra, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Oh Dios, que quieres que seamos signo de Cristo y de la Iglesia, haz que la familia de HFI se renueve sin cesar en las tareas apostólicas, sirviendo fielmente a tu pueblo santo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Oh Dios, cuyo Hijo llamó a amigos suyos a los Apóstoles, bendice e incrementa los trabajos apostólicos de nuestras hermanas promotoras de vocaciones  y concédeles abundantes vocaciones religiosas para nuestra Congregación, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
§      Oh Señor, dueño de la vida y de la muerte, recibe benigno, la plegaria que te dirigimos por nuestros religiosos, religiosas, familiares y bienhechores difuntos, y concédeles la paz sin ocaso.

Oremos: Acoge, Padre las súplicas que, nosotros, tus siervas te dirigimos. Fortalece nuestra fe y haz que sean muchas las que elijan continuar nuestros pasos en nuestra Congregación de HFI. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro
            Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración (Todas juntas)


Trinidad Santísima, beata y beatificante,
haz dichosos a tus hijos e hijas
que has llamado a confesar la grandeza de tu amor, de tu bondad misericordiosa y de tu belleza.

Padre Santo, santifica a los hijos e hijas
que se han consagrado a ti para gloria de tu nombre.
Acompáñales con tu poder, para que puedan dar testimonio  de que Tú eres el Origen de todo, la única fuente del amor y la libertad.

Te damos gracias por el don de la vida consagrada, que te busca en la fe y, en su misión universal, invita a todos a caminar hacia ti.

Jesús, Verbo encarnado, así como has dado tu forma de vivir a quienes has llamado,  continúa atrayendo hacia ti a personas que, para la humanidad de nuestro tiempo, sean depositarias de misericordia, anuncio de tu retorno,
y signo viviente de los bienes de la resurrección futura.
¡Ninguna tribulación los separe de ti y de tu amor!

Espíritu Santo, Amor derramado en los corazones, que concedes gracia e inspiración a las mentes;
Fuente perenne de vida, que llevas la misión de Cristo a su cumplimiento con numerosos carismas, te rogamos por todas las personas consagradas.
Colma su corazón con la íntima certeza de  haber sido escogidas para amar, alabar y servir.

Haz que gusten de tu amistad, llénalas de tu alegría y de tu consuelo, ayúdalas a superar los momentos de dificultad
y a levantarse con confianza tras las caídas, haz que sean espejo de la belleza divina.
Dales voluntad para hacer frente a los retos de nuestro tiempo y la gracia de llevar a los hombres la benevolencia y la humanidad  de nuestro salvador Jesucristo. Amén.
 (VC 111)




Canto a María: María del Pueblo (Folleto de la Provincia. Nº 410) 


COMO EL PADRE ME AMO, YO OS HE AMADO (DICIEMBRE)

Ambientación:
            Sumidos en el ambiente navideño, únicamente sugerimos que se coloque un niño Jesús bien visible, que presida nuestra celebración de hoy.

Motivación:
            En el marco de la Navidad, nos reunimos en este día  para orar por las vocaciones. Es, también, momento, al final del año, de reflexionar sobre nuestra vocación, nuestra entrega incondicionada al Padre. Al final de nuestra vida, se nos examinará del amor.

            Nuestra reflexión tiene como telón de fondo la vocación y el carisma propio. Oremos para que este estilo de vida sea acogido por muchos y tengamos una sola alma y un solo corazón orientadas hacia Dios.

Canto Como el Padre me amó (Folleto de la Provincia. Nº 217)

 Lectura evangélica (Jn 15, 9 - 17)

Reflexión
            La vocación es el don entre los dones que Dios regala a la persona. La Fraternidad es el mayor don que Dios confía al hombre haciéndonos responsables de los otros.
La vida en fraternidad es una aventura que, siendo hermosa cuesta mucho, tiene riesgos, pero vale empeñar en ella todo lo que somos.
En ella se da el milagro de querernos, más allá de nuestras diferencias. Es un desafío pero también el mayor milagro que podemos realizar hoy.

            La vocación y la fraternidad integran la riqueza del mismo don: Regalo de Dios.
-      La fidelidad a la vocación implica ser fieles a la fraternidad.

            Todo lo que Francisca es, está inmerso en esa experiencia de Dios – Amor que nos ama y nos llama.
            Expansionar el amor para Francisca es una tarea urgente y constante que no elude situación alguna. El amor que no se expansiona o no se hace concreto se torna germen de tragedia hace de nuestra fe un opio y es corrosivo de la propia vocación.
Dios es amor y permanece en el que sabe amar sin condiciones, sin acepciones, sin esperar recompensa. (Hna, Mónica Vivanco Cabrera “Creí por eso hablè” - 2001.

Preces
 Llenas de alegría y gozo por sentirnos llamadas a la gran misión de  expansionar el amor de Dios a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

§      Padre Santo, que quisiste que tu Hijo, resucitado de entre los muertos, se manifestara en primer lugar a los apóstoles, haz que también nosotros seamos testigos de Cristo hasta los confines del mundo, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Padre Santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, haz que sepamos proclamar el Evangelio a todas las criaturas, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra, danos también a nosotros sembrar nuestra semilla con nuestro trabajo, para que, alegres, demos fruto con nuestra perseverancia, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo, haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

§      Tú que nos has llamado a seguirte más de cerca desde nuestra familia de HFI, haz que, con nuestro testimonio personal y comunitario, atraigamos operarios generosos a tu mies, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oremos: Escucha, Padre, la oración que te dirigimos en el marco de esta Navidad. Concédenos que, fieles a nuestra vocación y gozosas por el nacimiento de tu Hijo en la tierra, vayamos por todo expansionando el amor de Dios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro
 Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo, nos enseñó: Padre nuestro…

Oración


María: Tu vida fue una entrega total a Dios.
Él te escogió para la más alta vocación en la tierra:
Ser la madre de Jesús, nuestro Salvador.

Tu sí del primer momento, se prolongó en fidelidad  a todo lo largo y ancho de tus días.
La voluntad de Dios fue tu alimento,
su palabra el impulso para todos tus actos.

María, Virgen fiel, ayúdanos a estar atentas para descubrir la voluntad de Dios en cada uno.

Danos fortaleza para aceptar lo costoso,
lo amargo y difícil de nuestra vida;
danos constancia para cumplir hasta el fin,  lo que reclama la vocación que Dios nos ha dado.
Y haz que otras jóvenes quieran seguir el ejemplo de todos los que dicen Sí al Señor. Amén.


Canto a María: Mi casa será Belén. (Folleto de la Provincia. Nº 345)